lunes, 29 de junio de 2009

Sí acepto!

Recuerdo que cuando era niña solía jugar siempre a adivinar el futuro y me gustaba imaginármelo tal cual lo decían las cartas, los test, etc. Usualmente siempre te daban una respuesta positiva, llena de felicidad, acercándose casi casi al final de cualquier cuento de hadas. Recuerdo un test en particular que podía darte tanta información con tan solo decir a que edad te querías casar, algo como "te casarás con un dentista, vivirás en una cabaña junto a un río, tendrás un carro, 4 hijos, etc." era muy divertido, niñas aún, pero ya pensado en nuestros propios finales felices, con tanta información en los resultados la imaginación siempre comenzaba a volar.

Pasaron unos cuantos años quizá 10 desde aquella época en que el futuro sentimental quizá era un juego o un tema clásico de conversación de amigas siempre que alguien rondaba por ahí. Hoy muchos de esos pronósticos empiezan a cumplirse para muchos, llegan los finales felices para muchos de mis amigos, sobre todo en los últimos meses, romances que presencié desde la universidad, aquellos que concí algo más avanzados, novias que no conocí hasta el día del matrimonio pero de las que oí hablar muchísimo, historias de todo tipo, a muchos les llegó el momento de decir "sí acepto" y dejarse llevar por lo lindo de una vida juntos.

Quizá a lo largo de mi vida he ido a varios matrimonios de familiares o hasta de extraños porque invitaban a alguno de mis padres y debían ir con toda la familia. Es muy distinto ahora ya que los protagonistas de estos finales felices son personas con las que he compartido más que un saludo en una reunión, son personas con las que he vivido muchas cosas, reido, llorado, etc. y es un momento indescriptible el poder participar de este momento tan especial y significativo en sus vidas.

El día tan esperado llegó, los preparativos quizá sean un dolor de cabeza, quizá una fiesta después o solo la ceremonia, todo ello queda en segundo plano, lo más importante, el amor, lo que significa el día y la decisión tomada juntos, el querer a una persona tanto que quieres compartir toda tu vida con ella. Les dejo para empezar este fragmento de la película "El hijo de la novia", puro amor a través del tiempo.



Quizá para algunos las ceremonias sean todas iguales, pero para mi no, hay miles de detalles que las hacen diferentes. La novia hace su entrada a la iglesia mientras él espera nervioso y va sonriendo cuando ella se acerca más y más al altar, luego esa primera mirada al llegar junto a él, ese "te amo" implícito que se refleja en una mirada y las caras emocionadas de los que alrededor en su rol de invitados formaron parte de esta historia de amor en algún momento previo de alguna manera. Los padres de los novios, los testigos... el amigo que los presentó, la amiga que fue la complice para que estuvieran juntos, los amigos del colegio, del trabajo, del barrio y los parientes mezclados entre un sin fin de sentimientos, nerviosismo, emoción, y muchos suspiros durante toda la ceremonia, el "sí acepto" y el primer beso de la nueva pareja de esposos y el tomarse fuerte de las manos al transcurrir la ceremonia, momentos que marcan una diferencia.



Hoy vi esta película otra vez y me emocioné como la primera vez, me encanta. Saber que ese tipo de amor puro existe reconforta, sé que es posible llegar a querer tanto a alguien para llegar a comprometerte de esa manera, lo he visto estos últimos meses en cada uno de mis amigos que encuentran su final feliz, son momentos inolvidables y me alegra saber que soy parte de la vida de personas tan lindas que están siendo muy felices. Sobre mi final feliz, sé que será grandioso, el amor está por ahí.

Es todo por hoy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario